“No juzguéís para que no seáís juzgados. Porque con el juícío con que juzguéís, seréís juzgados; y con la medída con que mídáís, se os medirá.”

Esta es una de las Escrituras más importantes en la Biblia para mí. Cuando estaba creciendo en el estado de Tennessee, en mi Iglesia Presbiteriana Cumberland, cada uno me enseñó que yo no podía juzgar o emitir juicio contra otra persona. Esto impactó profundamente mi vida. Años después, mi esposa me hizo notar que hay tiempos en que uno necesita hacer juicio. Entonces yo me confundí. Volviendo a leer esta escritura, entendí que nadie es perfecto. Cuando estamos en la posición de juzgar a otros, debemos primero examinarnos cuidadosamente para ser transparentes al emitir el juicio. Debemos saber que pasaría si nosotros fuéramos los que estuviéramos siendo juzgados; entonces y sólo entonces dejaríamos de ser hipócritas.

AMADO DIos: LLÉNAME DE SABIDURÍA PARA SER TRANSPARENTE Y CONSIDERADO EN TODAS LAS DECISIONES QUE DEBO TOMAR POR OTROS. ORO EN AMOR EN EL NOMBRE DE CRISTO JESÚS. AMÉN.

-]im Batts