“Por eso me regocíjo en debílídades, ínsultos, prívacíones, persecucíones y dífícultades que sufro por Crísto; porque cuando soy débíl, entonces soy fuerte.”
Cuando tengo miedo y me siento sin esperanza, medito y encuentro que a través de la oración durante mis peores momentos, Dios está más cerca de mi. Este pensamiento me fortalece.
AMÉN.
Franklin M. Denson