“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”
Desde que tengo memoria, le he tenido pánico a los toboganes y a todas las carreras. Mi trabajo como director de música de un grupo de adolescentes me hace rodear de chicos que no piensan dos veces antes de tirarse de un “jumping”. Ellos me han enseñado su valentía. Un estudiante temeroso de tocar su instrumento delante de sus compañeros, cambia en un parque de recreación. Cuando fuí con ellos a un parque de piscinas, tuve la oportunidad de probar mi fe. Tenía que motivar a tres estudiantes quienes se acobardaron para tirarse por el tobogán. Yo les prometí estar con ellos en la bajada, entonces me vino a la mente el cuidado de Dios. Me preparé para bajar con ellos, calmado, con la alegría de verlos bajar bien y con el deseo de volver a hacer el mismo trayecto nuevamente. Una de ellas gritó:” ¡Lo hice, chicos, estoy aquí!” Después me lancé y mi pulso no se aceleró; todos estábamos mojados y felices. En ese momento supe que Dios me estaba hablando porque yo esperaba escuchar su voz.
AMADO PADRE CELESTIAL: NOSOTROS NOS DEJAMOS INTIMIDAR FÁCILMENTE POR EL MUNDO; PERO ASİ COMO TU HIJO JESUCRISTO TUVO LA FORTALEZA PARA ANDAR EN TU CAMINO, DANOS LA FE PARA SEGUIR EL CAMINO QUE TÚ HAS TRAZADO PARA NOSOTROS. AMÉN.
-Un Miembro de la iglesia