“Sí solamente hubíeres puesto atencíón a mís mandamíentos, tu paz habría sído como un río, tu justícía como las olas del mar.”

¿No quisiera usted patearse después de leer este versículo? Cuán sencillas serían nuestras vidas si tan solo obedeciéramos la voluntad del Señor. Ahora no quiero pensar en esos momentos en los que traté de hacer las cosas solo porque quise. Desafortunadamente estamos en un mundo que anima a agradarse a sí mismo. Una vez traté de establecer una relación e hice todo lo posible para ser mejor persona, agradar a mi compañero y vivir feliz como nunca, pero no sucedió así. Caí en la cuenta de que estaba siendo infeliz, realmente miserable y la relación no fue bendecida por Dios. La intención de Dios al poner esa persona en mi vida era que yo llegara a ser mejor. Ahora cuando Dios me da la oportunidad de conocer a alguien me encuentro preparada para aprender de esa persona. Ahora tengo un sobrecogedor sentido de paz, porque es mucho más fácil cuando Dios tiene el control de las relaciones en mi vida. También las cosas son mas sencillas cuando lo miramos a él. Dios, entonces, nos bendecirá más allá de nuestras salvajes creencias... Solo confíe en que él puede hacerlo.

JESUS: GRACIAS POR TODAS LAS COSAS QUE TÚ HAS HECHO EN MI VIDA, LAS QUE ESTÁS HACIENDO Y LAS QUE HARÁS. PADRE, GRACIAS POR ESTAR EN CONTROL, AYÚDAME A LIDERAR MI VIDA DE TAL MANERA QUE TENGA PAZ COMO UN RIO. AMÉN.

-Benjamín Díaz - 8 años