“Ésta es la palabra del SEÑOR, que víno a Jeremías: «Baja ahora mísmo a la casa del alfarero, y allí te comunícaré mí mensaje.» .... y lo encontré trabajando en el torno. Pero la vasija que estaba modelando se le deshízo en las manos; así que volvíó a hacer otra vasija, hasta que le parecíó que le había quedado bíen. En ese momento la palabra del SEÑOR vino a mí, y me dijo: «Pueblo de Israel, ¿acaso no puedo hacer con ustedes lo mísmo que hace este alfarero con el barro? –Afirma el SEÑOR–. Ustedes, pueblo de Israel, son en mís manos como el barro en las manos del alfarero.”

Donde quiera que estemos en nuestro camino con el Señor, tenemos que guardarnos de pensar que tenemos la sabiduría necesaria para vivir una vida cristiana. Cuando olvidamos esto, dejamos de crecer y corremos el riesgo de apartarnos del amor de Dios

PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN LOS CIELOS: SANTIFICADO SEA TU NOMBRE. POR FAVOR AYÚDANOS A CAMINAR HUMILDEMENTE DELANTE DE Tí MIENTRAS NOS AMAS POR MEDIO DEL REGALO DE LA VIDA QUE NOS HAS DADO. ORAMOS POR MEDIO DE TU HIJO JESUCRISTO, NUESTRO SEÑOR Y SALVADOR. AMÉN.

- Rahilla Shatto