“Por lo tanto, no se angustíen por el mañana, el cual tendrá sus propíos afanes. Cada día tíene ya sus problemas.”

Nosotros debemos preocuparnos por el día de hoy y dejar el mañana en manos del Señor. El camina delante de nosotros por eso no hay que angustiarse. Satanás quiere, de algún modo, destruir las columnas que sostienen nuestra fe. Una de sus tácticas es la desesperación y el desánimo. Por esta razón, si tienes un problema hoy, entrégaselo al Señor. El te dará la paz y la tranquilidad que tu corazón necesita y solucionará tu problema de la mejor manera para todos.

PADRE CELESTIAL: YO TE ALABO, BENDIGO Y DECLARO QUE TÚ ERES MI ÚNICO DIOS. DEJO EN TUS MANOS MIS ANGUSTIAS Y PROBLEMAS PARA DESCANSAR EN TI, EN EL NOMBRE PODEROSO DE JESÚS. AMÉN.

-Benjamín Díaz - 8 años