“Díos es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustía. Por eso, no temeremos aunque se desmorone la tíerra... y ante su furía re-tíemblen los montes.”

En muchos momentos de mi vida me sentí desamparada y llegue a pensar que no había soluciones a mis problemas. Pero hace unos años que, gracias a esos problemas, el Señor me dio la oportunidad de conocerlo y tocó la puerta de mi corazón. Yo tomé la decisión de abrirla y no me equivoqué. Esto no quiere decir que ya no tenga problemas, pero ahora tengo la fortaleza y el amparo del Señor para enfrentarlos. Hoy el Señor quiere darte la misma oportunidad y sea cual sea tu tribulación puedes enfrentarla con victoria en el Señor.

GRACIAS SEÑOR POR HACERME SENTIR TU PRESENCIA CADA DíA DE MI VIDA. AUN EN LA TURBULENCIA SIENTO TU AMPARO, ME DAS FORTALEZA Y TODO LO QUE NECESITO, AMÉN.

-Susan Andrews