“Díchosos los humíldes, porque ellos recíbírán la tíerra por heredad.”

Una persona humilde es aquella que renuncia o cede a su posición y derechos y los pone por debajo o a un lado para relacionarse con otros. Si eso es la humildad entonces, ¿qué clase de alegría puede haber en la humildad? Es cierto que no hay alegría instantánea en la renuncia y en la negación. Como también es cierto que cuando el sembrador siembra hay trabajo sufrido y expectativas de buenas cosechas. La gratifi cación de la humildad no es inmediata. Cuando se siembra la humildad se debe esperar para recibir la cosecha. Cuando se invierte en la humildad se debe esperar el tiempo de la ganancia. Cuando se ceden los derechos y posición personal a Dios, entonces se debe esperar la mejor herencia de todas: La que viene de Dios, esa herencia es la tierra. Para ganar la tierra debes invertirte humildemente en Dios.

SEÑOR JESÚS: TANTAS VECES HE PENSADO QUE MEREZCO LO MEJOR, PERO NO ME HE DADO CUENTA QUE NO TENGO DERECHO A NADA. LO QUE AHORA SE ES QUE SI TE ENTREGO MI VIDA EN HUMILDAD, ENTONCES RECIBIRÉ TU HERENCIA. ME RINDO TOTALMENTE A TI. AMÉN.

-Scott Dickson