“Hermanos míos, consídérense muy díchosos cuando tengan que enfrentarse con díversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancía. Y la constancía debe llevar a felíz térmíno la obra, para que sean perfectos e íntegros, sín que les falte nada.”

Es difícil aceptar la idea de estar gozosos mientras lidiamos con las pruebas. Mas bien nos sentimos tristes por lo que nos acontece; escondemos nuestras cabezas como avestruces en vez de reclamar la promesa. Alguien me dijo una vez que pensara en una ostra y en la manera como ella puede transformar una piedra en una perla. Es decir algo precioso es el resultado de una irritación. Podemos escoger ser como un avestruz escondiendo la cabeza ante las adversidades o ser como una ostra aceptando los problemas y buscando maneras de sobreponernos a ellos, permitiéndonos crecer. ¿Qué vendrá hoy?

OH SEÑOR: AYÚDANOS A VER EL CRECIMIENTO Y EL GOZO QUE VIENE CON LAS LUCHAS QUE ENFRENTAMOS. PERMÍTENOS RECLAMAR TU PROMESA Y USARLA PARA CRECER FUERTES EN NUESTRA FE Y SERVICIO. AYÚDANOS A ESCOGER SER OSTRAS Y NO AVESTRUCES EN NUESTRA FORMA DE VIVIR. AMÉN.