“En Díos solamente espera en sílencío mí alma; de El víene mí salvacíón. El es mí roca y mí salvacíán, mí baluarte, nunca seré sacudído.”

No recuerdo el tiempo cuando Dios y mi Señor Jesucristo no fuera una parte real de mi vida. El vivió en mi casa como parte de mi familia. Hubo tiempos cuando sentí que Dios tomaba mi mano y no me dejaba ir. El es mi amigo con quien hablo cada día: sean tiempos buenos o malos. Le agradezco cada día por darnos su maravilloso regalo, su hijo Jesucristo, y la seguridad de la vida eterna. Le agradezco porque cada vez que oro en el nombre de Jesús, él escucha mis oraciones. El puede no responder en la forma en que lo espero, pero su respuesta es siempre la correcta para mí. Yo estoy en él y el está en mí.

GRACIAS DIOS POR TU HIJO, POR LA FORTALEZA QUE LE HAS DADO A MI VIDA, POR MI FAMILIA, MIS AMIGOS Y LA BELLEZA DE LA TIERRA EN LA CUAL VIVO; EN EL NOMBRE DE JESÚS, AMÉN.

-]im Batts