“Por tanto, tambíén nosotros, que estamos rodeados de una multítud tan grande de testígos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especíal del pecado que nos asedía, y corramos con perseverancía la carrera que tenemos por delante.”

Es maravilloso pensar que Dios nos ha dado la tarea de correr una carrera. Podemos evaluar nuestras vidas y simplifi carlas: pecado, celos, ambiciones, dudas. Tome estas cosas que no le dejan vivir en paz y échelas a la basura. Solo corra, ¡sienta el viento en su rostro y la libertad de correr tan rápido como pueda, en la dirección que Dios quiere que corra!

PADRE CELESTIAL: GRACIAS POR ESCOGER ESTA CARRERA POR Mí. POR FAVOR, DAME LA FORTALEZA PARA PERSEVERAR EN SU CURSO Y ALCANZAR LA META FINAL. AMÉN.

-]ake Roehl