“ ... cualquíera que se enaltece será humíllado, y el que se humílla será enaltecído.”

Dios anhela contestar cada súplica. Dios no espera que cada persona luche con sus propias necesidades mientras se destruye a sí misma. Jesús no rechaza a quien viene a él reconociendo su necesidad. La voluntad de Dios es ver cumplidos sus planes en cada persona. Por lo tanto, vengamos a Dios con sinceridad y sencillez de corazón. No es necesario pretender que somos alguien, Dios ya nos conoce. No necesitamos usar un lenguaje desconocido. Dios lee nuestros labios y nuestro corazón. El nos exalta mostrando sus milagros de transformación y de vida.

PADRE CELESTIAL: TÚ ERES PODEROSO PARA OBRAR MILAGROS EXTRAORDINARIOS. ACEPTO QUE ME LIMPIES DE TODO ORGULLO Y VANAGLORIA. TE ENTREGO MI VIDA PARA QUE TÚ DESARROLLES TUS PLANES MARAVILLOSOS PARA MÍ Y MI FAMILIA. MIS PETICIONES REPOSAN EN TU PRESENCIA. AMÉN.

- Rev. Gloria Villa-Díaz