“Él respondíó: la mujer que me díste por compañera me dío de ese fruto, y yo lo comí. Entonces Díos el SENOR le preguntó a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? –La serpíente me engañó, y comi –contestó ella.”

Aceptar nuestras fallas es algo que no tendemos a hacer en nuestras vidas. Yo me he visto y he visto a otros caer de la presencia de Dios. Aquí, Adán acusó a Eva y Eva acusó a la serpiente. Esta es la naturaleza humana, pero debemos aceptar nuestras faltas en vez de negarlas. Esta mañana, por ejemplo, mi papá y yo estuvimos limpiando nuestra casa. Cuando él me pidió arreglar mi desorden, le respondí que no era mío. Sin embargo, ¡la mayoría del desorden sí lo era! Mi refl exión es que yo tengo que ser responsable de mis actos.

PADRE: CONFIESO QUE HE HECHO LO MALO A TUS OJOS. AYÚDAME A ENFRENTARME A MI MISMA MAS QUE HA ESCONDERME. MUÉSTRAME COMO SER HONESTA CONTIGO, CON OTROS Y CONMIGO MISMA. GRACIAS POR TU AMOROSO PERDÓN. AMÉN.

- Laura Denson