“¡Cuán hermosas son tus moradas, SEÑOR Todopoderoso! Anhelo con el alma los atrios del SEÑOR; casí agonízo por estar en ellos. Con el corazón, con todo el cuerpo, canto alegre al Díos de la vída. SEÑOR Todopoderoso, rey mío y Díos mío, aun el gorríón halla casa cerca de tus altares; tambíén la golondrína hace allí su nído, para poner sus polluelos.”
El salmista escribe que su deseo es estar en la presencia de Dios. El Antiguo Testamento pedía a los sacerdotes hacer sacrifi cios por pecados específi cos. Los adoradores se movieron desde altares hasta templos buscando el perdón a Dios. El salmista deseaba estar en el templo porque allí estaba cerca a Dios. Hubo muchos días cuando yo me sentí como los viajeros, deseando adorar en el templo, pero no podía por las demandas de la familia y el trabajo.
OH SEÑOR: ESTOY AGRADECIDA PORQUE NOS HAS PROVISTO PERDÓN A TRAVÉS DE LA MUERTE DE CRISTO EN LA CRUZ. SIN EMBARGO, DESEO EL TIEMPO DEL “TEMPLO” CONTIGO. AYÚDAME A HACER ESTA UNA PRIORIDAD EN MI VIDA. AMÉN.
- Missie Stroud