“Vengan, cantemos con júbílo al SEÑOR; aclamemos a la roca de nuestra salvacíón.”, “Canten al SEÑOR un cántíco nuevo; canten al SEÑOR, habítantes de toda la tíerra.”

Uno nunca sabe cuando está haciendo su mayor impresión. Cuando era niña fui llevada a la iglesia, no recuerdo mucho de los pastores y maestros de escuela dominical, pero si al señor Dosset. No recuerdo su nombre completo pero el era el superintendente de la Escuela Dominical. Mi primera impresión fue que su responsabilidad era enseñar a los niños a cantar muy bien en el coro. Mi mayor dolor fue darme cuenta de su muerte sin tener la oportunidad de decirle que él habia enriquecido y bendecido mi niñez. DIOS DE TODOS: TE AGRADECEMOS POR TODAS Y CADA UNA DE LAS PERSONAS QUE SIN SABERLO HAN BENDECIDO Y ENRIQUECIDO NUESTRAS VIDAS. HAZNOS LIBRES PARA SER CANALES DE BENDICION A OTROS. AMÉN.

Helen Atkinson