“No acumulen para sí tesoros en la tíerra, donde la polílla y el óxído destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cíelo, donde ní la polílla ní el óxído carcomen, ní los ladrones se meten a robar. Porque donde esté tu tesoro, allí estará tambíén tu corazón.”

Los tesoros hechos por los hombres son buenos para sus dueños, pero el mayor tesoro que tenemos es la familia y tambien los amigos. Ellos vienen de Dios.

PADRE NUESTRO: GRACIAS POR BENDECIRME Y PROVEERME PARA MIS NECECIDADES. BENDICE A LOS QUE COMPARTEN SUS BENDICIONES CON OTROS Y CON LA IGLESIA. AMÉN.

-Carol Myers