“Éste es el día en que el SEÑOR actuó; regocijémonos y alegrémonos en él.”

El día en que mi mamá murió, después de una larga enfermedad, este versículo permaneció en mi mente. En ese momento este parecía un pensamiento extraño hasta que comprendí que mi mamá estaba libre de todo dolor.

Aunque era un día doloroso, me pude alegrar y pude agradecer por su tiempo de vida con nosotros.

AMADO DIOS: AYÚDANOS A REGOCIJARNOS Y A ALEGRARNOS CADA DIA. AMÉN.

-Un Miembro de la iglesia