“Yendo un poco más allá, se postró en tíerra y empezó a orar que, de ser posíble, no tuvíera él que pasar por aquella hora.”

Si alguien le ha dicho que ser cristiano es fácil, le ha mentido porque ha olvidado decirle que debe hacer un sacrifi cio. El sacrifi cio es “vaciar” la vida de todo lo que nos separa de Dios, dejando de lado los propios deseos y expectativas para que Jesús tome el control. Decir “Muy bien: ahora lléname Señor, Estoy listo.” No es tan sencillo ni menos doloroso. Así como Jesús sufrió muriendo en la cruz por nosotros, nosotros sufrimos cuando nos entregamos a su llamado.

JESÚS: TÚ SUFRISTE PORQUE NOS AMASTE INMENSAMENTE. PERMITE QUE MI AMOR POR TI ME GUIE EN TODO LO QUE HAGO. PERMANECE CONMIGO CUANDO HAYA DOLOR. SOSTENME CUANDO LLORE. AYÚDAME A DEJAR TODO LO QUE ME SEPARA DE TU AMOR Y LLENA MI VIDA CON TU GOZO. AMÉN.

-Karen Harrison