“Entonces el Rey dírá a los de su derecha: “Veníd, bendítos de mí Padre, heredad el reíno preparado para vosotros desde la fundacíón del mundo. “Porque tuve hambre, y me dísteís de comer; tuve sed, y me dísteís de beber; fuí forastero, y me recíbísteís; estaba desnudo, y me vestísteís; enfermo, y me vísítasteís; en la cárcel, y vínísteís a mí.”

Este texto me tocó cuando lo leí porque tuve un tiempo difícil en mi vida. Un día estaba a punto de suicidarme cuando recordé que alguien, en la sala de urgencias de un hospital, me había dicho: “¿Ha intentado orar a Dios y entregarle a él sus problemas? ¡El escucha!”. En ese instante sentí escalofrío; entonces oré y Dios escuchó. El respondió mi oración de manera muy obvia y empecé a estar cerca de Dios. Después, cuando estaba en la cárcel y me sentí sola, volví a recordar estas palabras y oré. El respondió y volví a estar cerca de él. Si usted cree en Jesucristo y vive una vida cristiana, él lo vestirá, lo alimentará, lo cuidará y lo sanará.

GRACIAS DIOS POR ESTAR CONMIGO EN MIS TIEMPOS OSCUROS. AMÉN.

-Dawn Boston