“enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes síempre, hasta el fin del mundo.”

“Todos los días”, un día, cada día, todos los días. Su gracia es sufi ciente. Prueba de ello son los más secos y tediosos. Cuando el tiempo parece colgar pesadamente en nuestras manos, cuando nada parece ocurrir, cuando las manecillas del reloj se mueven muy despacio, cuando no hay nada para hacer. ¿Nada para hacer? Siempre hay una oportunidad: una Biblia para leer, un Dios poderoso a quien orar, un buen libro para leer. Hay tiempo para meditar porque Dios está con nosotros todos los días, incluido hoy. Este es el día que hizo el Señor. Hoy no viene después. Estas horas y este tiempo prueban la presencia de Dios y el gozo de su gracia.

PUEDA EL SEÑOR BENDECIRTE Y GUARDARTE. AMÉN.

- Pam Ames