“Cíertamente, nínguna díscíplína, en el momento de recíbírla, parece agradable, síno más bíen penosa; sín embargo, después produce una cosecha de justícía y paz para quíenes han sído entrenados por ella.”

Recientemente leí un artículo del Dr. Berry Brazelton acerca de la disciplina. El escribió, “... el signifi cado de la disciplina es enseñar, no castigar, y su meta es enseñar a su niño a que coloque sus propios límites.” ¿Suena familiar? Los hijos de Israel tuvieron difi cultad para ponerse límites ellos mismos y lo mismo nos pasa a nosotros. El artículo también decía que quitar la tentación y/o quitar al niño del peligro era mejor que enfrentar el confl icto y el castigo. Debe ser maravilloso saber que de continuo Dios ha intervenido en nuestras vidas para salvarnos de desastres. El nos ha hecho sus hijos y nos ha dado a su Hijo como ejemplo de auto-disciplina y vida piadosa. Ahora ¡nos toca hacer nuestra parte!

PADRE CELESTIAL: GUÍANOS AMPLIAMENTE EN EL CAMINO EN QUE TÚ QUIERES QUE CREZCAMOS. AMÉN.

- Diane Dickson