“Ahora, pues, permanecen estas tres vírtudes... Pero la más excelente de ellas es el amor.”

¿Se ha puesto a pensar en los regalos que dan los niños pequeños? Ellos no hacen una lista, no van al almacén, no piensan si gustará o cuánto tendrán que pagar. El regalo que dan los niños es AMOR! Esto me recuerda que a veces, en el afán por dar algo especial, ¡olvidamos el regalo más maravilloso!

PADRE CELESTIAL: GRACIAS POR TU AMOR DADO DE MANERA GRATUITA A CADA UNO DE NOSOTROS. AYÚDANOS A COMPARTIR TU AMOR CON OTROS. AMÉN.

-Diane Dickson