“Bendeciré a los que te bendígan y maldecíré a los que te maldígan; ipor medío de tí serán bendecidas todas las famílías de la tíerra!”

El propósito de Dios al hacer de Abram un extranjero era bendecir las familias de la tierra. Aunque Abram no tenía hijos, Dios iba a utilizar esta desventaja para bendecir a otros. La desventaja quedó anulada con la promesa de Dios. La promesa de darle una gran descendencia manifi esta el amor de Dios por las familias. Dios también se revela como familia en Padre e Hijo. Muchas familias están siendo restauradas hoy en Jesucristo. De tal manera que si crees que Jesús es tu salvador, el ha comenzado a cumplir su promesa de bendecir a tu familia.

GRACIAS DIOS POR AMAR A MI FAMILIA, POR PENSAR Y ACTUAR A FAVOR DE ELLA. GRACIAS PORQUE EN TU HIJO JESÚS, MI FAMILIA ES RESTAURADA. AMÉN.

-Rev. Fredy Diaz