“No se ínquíeten por nada; más bíen, en toda ocasíón, con oracíón y ruego, presenten sus petícíones a Díos y denle gracías. Y la paz de Díos, que sobrepasa todo entendímíento, cuídará sus corazones y sus pensamíentos en Crísto Jesús.”

¡Que regalo! Justo cuando le digo al Señor que no puedo más con mis cargas, algo pasa y mis hombros se sienten más cargados. Pero sorpresivamente, ellos no se quiebran. Dios está con nosotros y nos ayuda con nuestras cargas y problemas. Necesitamos recordar que no estamos solos en nuestras difi cultades. El está aquí para responder nuestras oraciones.

SEÑOR: GRACIAS POR COMPARTIR NUESTRAS CARGAS Y NUNCA DARNOS MÁS DE LAS QUE PODEMOS LLEVAR. PERMíTENOS AGRADECERTE AYUDANDO A ALGUIEN MAS CON SUS LUCHAS. AMÉN.

- Nancy Beauchamp