“Mío es el oro, mía la plata – afirma el Señor todo Poderoso”

¿Cubre todas las necesidades familiares con el dinero que gana? El dueño de las riquezas del mundo es Dios. Muchas de las crisis económicas son el resultado de nuestra lejanía de Dios. Algunas veces las crisis llegan como una consecuencia del menosprecio hacia la misericordia de Dios. Otras tantas puede ser el resultado de la avaricia (amor al dinero) que ha dañado a seres queridos y lejanos. La solución empieza por buscar a Dios, darle a él el primer lugar, pedir perdón y dejar que él nos enseñe los principios de reino de Dios para las fi nanzas.

AMADO PADRE: ACEPTO QUE TODO ES TUYO. TE PIDO QUE EXAMINES MI CORAZÓN Y ME GUíES EN TU CAMINO FINANCIERO. DEJO QUE TÚ ME ENSEÑES A ADMINISTRAR LOS BIENES QUE HAS PUESTO BAJO MI CUIDADO; EN EL NOMBRE DE TU HIJO JESÚS. AMÉN.

- Rev. Gloria Villa-Díaz