“También muríó toda aquella generacíón, y surgió otra que no conocía al SEÑOR ní sabía lo que él había hecho por Israel.”

Los israelitas oraron por libertad de la opresión y Dios envió un juez que los guiara. Esto ocurrió varias veces en el libro de Jueces. Después de que tuvieron paz, ellos pudieron adorar a Dios; sin embargo, ellos fallaron al no enseñarle a sus hijos, nietos y a “la siguiente generación... quienes no conocieron al Señor.” Lectura, escritura y matemática son habilidades importantes que nuestros hijos deben desarrollar para que sean productivos en la sociedad (actualmente hay que añadir conocimiento en tecnología). Pero sobretodo el conocimiento del Padre y del Hijo es vital. Debemos aprender nuestras lecciones bien para enseñarle a la próxima generación y a la que sigue, para que ellos conozcan “el trabajo que él (Dios) ha hecho.”

QUÉDATE CON NOSOTROS SEÑOR, Y GUÍANOS. COLOCA TU CONOCIMIENTO EN NUESTROS CORAZONES Y TUS PALABRAS EN NUESTRAS BOCAS PARA QUE PODAMOS ENSEÑAR A OTROS TU MARAVILLOSO TRABAJO. AMÉN.

- William Darnell