“El SEÑOR afirma los pasos del hombre cuando le agrada su modo de vívír; podrá tropezar, pero no caerá, porque el SEÑOR lo sostíene de la mano.”
Ha habido momentos cuando he caído y no he podido recuperarme, entonces empiezo a perder la esperanza. En un momento yo tambaleé y sentí que solamente iba a tocar el fondo de mi situación y además me iba a quedar allí. Entonces, desde un lugar secreto que solo yo sabía que existía, vino el susurro de la Palabra de Dios. Ese susurro paró mi caída y abrió mi vida a la gracia de Dios. En ese momento pude llamar a Jesús y, a través de su perdón, Dios se ha deleitado ordenando mis pasos más allá de mi caída.
PADRE CELESTIAL: ORDENA MIS PASOS EN TU PALABRA PARA QUE MI VIDA SEA UNA DELICIA PARA TI. AMÉN.
-Robert M. Williams