“Estén seguros de esto, estaré con ustedes síempre hasta el fin del mundo.”

Algunas tareas parecen muy complicadas; por ejemplo: enseñar a otros a hacer lo correcto, ayudarlos a amar a Dios, a obedecerle y a descubrir su voluntad. Jesús nos anima a perseverar en esta tarea porque él la está haciendo a través de nosotros. Jesús sabe que requerimos su asistencia poderosa. El Espíritu Santo convence; pero a nosotros se nos ha delegado ir, buscar las personas, hablarles, enseñarles, insistirles y acompañarlas hasta que lleguen al conocimiento y a la obediencia de Dios.

AMADO SEÑOR Y COMPAÑERO DE MISiÓN: HARÉ LA LABOR QUE ME ENCOMENDASTE PORQUE TÚ ME SALVASTE. POR FAVOR, QUÉDATE CONMIGO, PARA OBEDECERTE CON ALEGRÍA Y PRONTITUD.

-Rev. Gloria Villa-Díaz